Familias al comienzo de la práctica de yoga guiada por Mónica Glez Sáez
en el Yoga en la Plaza organizado por el Instituto Andaluz del Yoga y el Ayuntamiento de Málaga
Foto: Tony Otero
http://montessori-malaga.com/
Clases semanales de Yoga con niñ@s y sus p/m/adres en el CIP (Centro de Innovación Pedagógica)
http://www.elmundo.es/espana/2014/11/03/5456aa0aca4741b5118b457e.html
EDUCACIÓN La clase se imparte dos veces a la semana y sin libro de texto
Una asignatura llamada empatía
'El alumnado que es feliz tiene más éxito en la escuela y en la vida', sostiene una experta
OLGA R. SANMARTIN
Actualizado: 04/11/2014 16:15 horas
Los alumnos de siete años del colegio público
Tinguaro de Vecindario (
Gran Canaria)
llevan dos semanas aprendiendo sobre el miedo. Sentados en el suelo del
aula formando un círculo, los 25 chicos y chicas de 2º B hablan de
monstruos, de arañas y de otras cosas que les hacen temblar.
Los primeros días,
Yeray confesaba un poco
avergonzado que desde pequeño le daba pánico el tobogán del patio. Sus
profesores le entregaron una cámara y le encomendaron la tarea de
retratar las distintas emociones de sus compañeros. Él se fue directo a
fotografiar el tobogán. Los niños pasaron las imágenes al ordenador y
después las proyectaron en una pantalla. El miedo de Yeray desapareció.
La clase va precisamente de eso, de que los críos revelen, proyecten o
reconozcan sus sentimientos, de que los observen y los modelen como si
fueran plastilina, de que aprendan a ver dentro de sí mismos. La premisa
de los profesores,
Virginia Santana y
David García,
se basa en que es más fácil entender y manejar una emoción si ésta se
visibiliza. En una de las clases, por ejemplo, utilizaron una pequeña
calabaza de
Halloween para que los críos se hicieran idea de las dimensiones que tienen, en realidad, las cosas que les asustan.
Se trata de la asignatura de
Educación Emocional y para la Creatividad, una materia obligatoria y evaluable (la nota cuenta para la media) que este curso se da por primera vez en los colegios de
Canarias. No hay ni ha habido nunca otra igual en
España. Se imparte a los niños de 1º, 2º, 3º y 4º de
Primaria,
que tienen entre seis y nueve años de edad, y su objetivo es
desarrollar la "capacidad de gestionar de manera eficiente los
sentimientos utilizando la razón", de "reconocer y expresar las
emociones" y de "regularlas, controlarlas y utilizarlas de forma
productiva", según detalla el informe técnico que explica la razón de
ser de la asignatura.
"La educación tradicionalmente ha centrado su atención en lo
intelectual, ignorando completamente el plano emocional", prosigue el
informe. "La escuela no puede ignorar que las emociones forman parte del
ser humano y deben estar presentes explícitamente en el currículo".
"Para poder gestionar adecuada y eficazmente esa esencia que somos, hay
que aprenderlo. Las emociones son educables y se necesita de un espacio y
un tiempo específico para que este aprendizaje se produzca".
La asignatura no tiene nada que ver con la
Educación para la Ciudadanía del
Gobierno de
José Luis Rodríguez Zapatero ni con la de
Valores que, como alternativa a
Religión, ofrece el
Ejecutivo de
Mariano Rajoy. En realidad, se sirve de conceptos de los que han hecho bandera tanto el
PP -"el espíritu emprendedor"- como el
PSOE
-"aprender a aprender"- en un currículum en el que se mezclan la
empatía con la frustración, la resiliencia con la impulsividad, la
autorregulación con la superación de las dificultades...
Todo ello, en unas clases en las que el libro de texto y las fichas
han sido desterrados. Hay dramatizaciones, juegos, cuentos y, sobre
todo, críos que hablan todo el rato de lo que les pasa. ¿Y qué les pasa?
¿Tienen los niños de hoy en día un problema con el control de sus
emociones que justifique la creación de esta materia?
"Vivimos en una sociedad globalizada por la tecnología en la que se
tiende al aislamiento. Los periódicos de hoy en día no estarían tan
llenos de noticias originadas en conflictos interpersonales no resueltos
si tuviésemos la capacidad de gestionar los inconvenientes que nos
vamos encontrando en nuestra vida. Tenemos que conocernos mejor a
nosotros mismos", responde
Montserrat Gálvez, responsable del
Servicio de Ordenación Educativa de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias y coordinadora del equipo que ha elaborado el currículum de esta asignatura.
Esta profesora explica que el origen de Emociones y Creatividad (a
veces se llama así, para abreviar) hay que buscarlo en un programa del
Gobierno canario que introducía en Primaria "parejas pedagógicas" -dos
profesores por clase- "para facilitar la transición" de los niños que
acababan de dejar
Infantil. "Estaba enfocado a
desarrollar la creatividad de los alumnos y a fomentar el aprendizaje
natural mediante el juego", recuerda. El invento tuvo éxito y la idea de
las parejas pedagógicas se trasladó a una nueva asignatura que, según
detalla el currículum, tiene tres partes. La primera se refiere a la
"alfabetización emocional" y pretende que los alumnos conozcan lo que
sienten al tiempo que atienden las emociones de sus compañeros.
La segunda es la llamada "regulación emocional", que les enseña a
relacionarse y a resolver conflictos. La tercera es la creatividad
propiamente dicha. Los niños tienen clase de Emociones y Creatividad dos
veces a la semana, en sesiones de 45 minutos. La asignatura de
Lengua ha perdido dos sesiones a lo largo de la etapa respecto al currículo de 2007, mientras que
Matemáticas tiene una sesión menos en toda la etapa.
Montserrat Gálvez defiende que todo se recupera en la nueva
asignatura, en la que se trabajan al mismo tiempo la competencia
lingüística y la competencia de resolución de problemas, pero "desde un
punto de vista creativo". También se fomenta el espíritu emprendedor y
la competencia digital.
Victoria Soto, profesora de Emociones y Creatividad del colegio público
San Andrés de
Santa Cruz de Tenerife,
cuenta que, en su clase, a los niños de 3º de Primaria (ocho años) les
enseña a ser autónomos, a dar las gracias, a mirar siempre a los ojos
del interlocutor y a poner palabras a lo que van sintiendo.
¿Y todo esto qué provoca en los críos? "Estos alumnos van a saber
reconocer sus propias emociones y van a poder controlarlas, que no es
reprimirlas, sino ser conscientes de ellas. A mí los niños me dicen:
'Profe, me gusta cómo me siento en esta clase'". Algo parecido apunta el
currículum: "El alumnado que es más feliz, confiado, asertivo,
resiliente, original, innovador, audaz, equilibrado... tiene más éxito
en la escuela y en la vida.