martes, septiembre 18, 2012

(6) Artículos de Joaquin G Weil: LA PARADOJA DE LA INFLUENCIA DE BUDA SOBRE EL YOGA

Cada verano en que viajo de nuevo a la India, y visito sitios célebres de peregrinación como Sarnath o Parque de los Ciervos de Benarés, lugar de la primera enseñanza del Buda, tengo la oportunidad de reflexionar sobre este personaje y su tarea, y sobre los lazos que unen las distintas tradiciones o vías espirituales que han existido y existen por esos parajes, y ahora ya extendidas en el mundo entero.
En esta ocasión a través de ciertas lecturas reparé en la paradoja que supone la influencia o la continuación del Yoga en el Budismo, objeto de numerosos estudios. Cada cual según sus intereses quiera hacer remontar su propia tradición cada vez más lejos en el tiempo, donde aquí el tiempo parece que obra como con el vino, mejorándolo. Al final resulta que no se alcanza a decidir quién influye en quién, donde todos quieren ser los primeros, los más remotos, primigenios y antiguos. Un poco me recordaba aquella broma de David Lodge, que en su novela “Small World” habla de la influencia del escritor contemporáneo T.S. Elliot sobre Shakespeare.

Aparte de que el Buda Histórico esté citado en las nóminas de yoguis célebres, es indudable que las técnicas y procedimientos del Buda eran consecuencia o prolongación de una tradición que él había aprendido previamente de otros maestros, que están citados con nombres y apellidos en el Canon Pali. Siendo de este modo clara la precedencia del Yoga sobre la vía que estableció Buda, sin embargo, los estudiosos (como el célebre Dasgupta, maestro de Eliade) fallan a la hora de explicar qué técnicas o procedimientos recibiría Gautama de sus maestros. Ahora expongo por qué.

Para explicar los precedentes yóguicos en la vía de Buda los eruditos suelen recurrir a los Yoga Sutras de Patanjali, que se cita como el texto más antiguo sobre la práctica del Yoga tal como hoy la conocemos. Así, donde hay semejanzas entre las enseñanzas del Buda y el escrito de Patanjali, ven estos eruditos una influencia del segundo sobre el primero. Resulta un tópico afirmar que en la cultura india las fechas y la Historia no interesan. Tópico desmentido por ciertos autores, como Phulgenda Sinha quien sostiene que la pretensión de algunos es que la historia de la India quede convenientemente confusa. Y aunque, como ya he señalado, las fechas bailan mucho en las cronologías, todas coinciden en señalar que los Yoga Sutras fueron escritos cuanto menos dos siglos después de la época del Buda. Lo cual quiere decir, que de haber alguna influencia, ésta sin duda, transita en la otra dirección, o sea, las enseñanzas de Buda, su meditación y su práctica, han podido tener y probablemente tienen un peso decisivo sobre los Yoga Sutras en particular, y sobre la ulterior práctica del Yoga en general. De hecho, el más antiguo texto donde se citen expresamente técnicas yóguicas tales como los pranayamas (ejercicios de respiración) y meditaciones es el Canon Pali. Teniendo en cuenta que los más importantes escritos clásicos sobre Yoga, como los Yoga Upanishads, los Gheranda y Shiva Samhitas, o el Hata Yoga Pradipika, fueron elaborados en época de la pervivencia del Budismo en la India, la influencia de esta tradición sobre el Yoga ha podido prolongarse hasta el momento de la aniquilación cultural que las invasiones musulmanas efectuaron en India sobre los budistas. Algunas cronologías nos permiten pensar que incluso el Gita, al menos en sus posibles reelaboraciones, esté tocado por esa influencia.
La realidad es que los textos, aunque sean la base principal de la Historia, como es lógico, reflejan sólo parte de lo sucedido. En fin, tal vez de lo que estamos hablando es de una gran corriente de influencias alternas y recíprocas.

Este artículo fue publicado por vez primera en el Nº0 de los Cuadernos de Seikyuji y en el nº3 de la revista Dharma.

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