domingo, noviembre 22, 2015

"Silencio, habla Pablo d'Ors" en EL MUNDO, JUAN FORNIELES ENTREVISTA: Ha convertido su biografía sobre la meditación en un 'bestseller'




"El Papa tiene gran fuerza, estoy seguro de que medita"

Clave para Francisco en el Consejo Pontificio de la Cultura

http://www.elmundo.es/vida-sana/2015/11/22/564db48b22601d79678b45da.html

ACTUALIZADO 22/11/201500:51

El jesuita Pablo d'Ors (Madrid, 1963) tieneun pedigrí cultural envidiable. Es nieto de Eugenio d'Ors y, quizá por esa influencia, ejerce con ahínco otra gran vocación: la escritura.


Pablo d'Ors resulta un cura atípico porque se le conoce, sobre todo, por difundir la meditación. En su libro 'Biografía del silencio' (Biblioteca de ensayo, editorial Siruela) -50.000 copias- desnuda lo que es para él esta práctica: "Sentarse en silencio y observar lo que sucede dentro para obtener un espejo de la vida y un modo de mejorarla".

¿Por qué le elige el Papa?
No tengo ni idea. Es uno de los grandes misterios. Mi hipótesis es que fue por mediación del cardenal Ravasi, el presidente del Consejo Pontificio. Estoy seguro de que él ha leído alguna cosa mía. 

Hace pocos meses, dos obispos españoles le acusaron de hereje¿Este puesto le protege? 

La polvareda no la levanté yo. El nombramiento siempre hace que seas más foco de atención, parece que lo que digo tiene un aval y no siempre lo tiene. No todo lo que digo yo viene de la boca del Papa. 

¿Le ha propuesto al Pontífice que medite con usted?
Cuando estuve con él, tuvimos una conversación muy breve, pero yo estoy seguro de que medita. Él hace su experiencia de silenciarse, tendrá su método. Gran parte de su fuerza, de su presencia, que es extraordinaria, deriva de su conexión con el centro de su ser. Meditar es peregrinar hacia tu propio centro, si tú eres creyente crees que ese centro está habitado, que es un templo. Seguro que el Papa medita, que es lo que los cristianos entendemos por oración contemplativa. 

¿Por qué escuecen tanto sus opiniones en la Iglesia tradicional?
No creo que escuezan tanto. En la Iglesia hay gran pluralidad. Obviamente hay distintas opiniones y a veces nos enzarzamos. La Iglesia puede presentarse como alternativa a un mundo que puede estar confundido, perdido o que no sabe a dónde va, o puede presentarse como diálogo. El Papa Francisco y yo estamos en la posición de diálogo. Creemos que la mayoría de las cosas que hay en el mundo son muy buenas y que nosotros podemos aprender. Hay una actitud no de simple maestría, también de discipulado. 

Me sorprende que defienda que no hace falta una filiación religiosa para tener una cosmovisión.
Todos somos en alguna medida ateos y creyentes. Nuestra alma es compleja, poliédrica. Tú dices que eres ateo y yo digo que soy creyente, esos compartimentos en los que metemos nuestra manera de ser no tienen por qué separarnos. Podemos estar unidos mucho más allá de eso. Hay cosas más profundas que lo de creyente o no creyente. Lo esencial es si te atreves a ser tú mismo y posibilitamos un encuentro. 

¿Quién es Pablo d'Ors tras 'Biografía del silencio'?
Soy más responsable. Ahora, mis frutos son más fecundos. Lo que yo ofrezco no es extraño, hablo de que tenemos una dimensión interior y que es importante cultivarla. Este mensaje tiene una gran acogida por la sed de silencio en esta sociedad y por el deseo de reconciliarse con nuestra tradición espiritual. 

Cuando leo su obra, me olvido de que es un sacerdote. ¿Por qué?
Es una gran cosa porque lo esencial es que somos personas. Eso implica que entras en una relación personal y no profesional. Casi siempre, el arquetipo del cura actúa como un prejuicio, ya sea en contra o a favor. Si eso se desmonta, bienvenido sea. 

¿Por qué abrazar el dolor nos hace mejores personas?
Si afrontamos el dolor, nos hará más fuertes. No podemos vivir y no sufrir. Rechazar el dolor es rechazar la vida. ¿Sigue trabajando con enfermos terminales?

Este mes he terminado mi trabajo en el Hospital Ramón y Cajal tras nueve años. Ha crecido mucho la red de meditadores que estoy promoviendo, Amigos del Desierto(amigosdeldesierto.org), y ahora mi tarea principal es acompañarles en esa iniciación. 

¿Cómo es Amigos del Desierto?
Es una red de meditadores, no un grupo, un movimiento o una comunidad. Está formado por cristianos y no cristianos, con independencia de su condición sexual o de su raza, que están interesados en la vida interior por medio del silencio y que la practican según la tradición de los Padres del Desierto (monjes que en el siglo IV vivían en soledad en los desiertos de Siria y Egipto). Una meditación cuya atención está en el corazón. Esta es una de las diferencias con el ZEN, donde el centro es el vientre. 

Se define como "entusiasta y melancólico". ¿No es una combinación imposible?
Hay momentos para estar cerca y otros para distanciarse. El entusiasmo es necesario para dar vida, pero la melancolía es precisa para reflexionar y cultivar lo vivido. 

¿Qué le genera más melancolía?
Mi propia estupidez, el darme cuenta que tardo mucho en aprender las lecciones más elementales de la vida. 

¿Se ve como un cura atípico?
Todos somos únicos, originales e irrepetibles o estamos llamados a serlo. Mi peripecia personal es singular, pero no hay que perseguir la originalidad, lo que tienes que hacer es ser tú mismo. Ser persona es correr el riesgo de la diferencia y en esa aventura estoy. Hay quien cree que meditar es apartarse del cristianismo.

Quienes dicen eso no entienden nada de meditar ni de cristianismo. La meditación es una escuela de la escucha, de la confianza, y eso sirve para ser cristiano, para ser budista, para ser musulmán... para ser persona. 


España se divorcia por culpa de los independentistas, ¿cree que la meditación nos ayudaría a volver a querernos?

Totalmente. El conflicto no se resolvería, pero se disolvería. El silencio genera algo profundo e independiente de la empatía psicológica, la comunión espiritual. Si hubiera más meditación en silencio, se fomentaría el entendimiento. 

¿Ha estado en algún ashram?
Durante siete años, seguí el camino del ZEN. Hace 12 ó 15 años, empecé a tener interés por la meditación. Me entrené y participé en zazenkais (jornadas) y seshins (ejercicios espirituales). Luego, el ZEN me ha ido devolviendo a mi tradición, la contemplación cristiana. 

Habla muy bien de la Teología de la Liberación, pero no la sigue. ¿Qué le une a esta corriente?
El respeto a su planteamiento porque parte de las necesidades de las personas, de la realidad. Ellos responden desde una sensibilidad social y yo siento que debo responder desde una espiritual. Unos tienen que dar pan y otros, perdón. 

¿El camino es la meta?
Es verdad, por eso Cristo dijo "yo soy el camino", no "yo soy la meta". Lo que nos da alegría es estar en un camino. Lo que nos enferma es poner los ojos sólo en el futuro. Eso nos saca del presente. Hay que estar con los pies en la tierra para llegar a la meta.

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